PRICELESS...

Me resulta tan extrano el que muchas personas me digan "tu no sales" o cosas como "como puedes estar tanto tiempo en la casa? o que se expresen con cierta ironia si en vez de quedarme en un corillo quiera regresar temprano a mi casa. La razon por la que me resulta extrano es porque para mi estar con la familia definitivamente no tiene precio. Es algo que de verdad disfruto. 


Nada como comer en familia, hasta los dias donde no hay nada que decir y hay silencio en la mesa, poner juntos el arbol de navidad, pintar juntos la casa, mojarnos y hacernos bromas pesadas mientras se hace la limpieza, acostarnos todos juntos en la cama a la hora de la siesta o ver juntos la tele hasta que la cama se "derriengue", el no querer salir ninguno de casa cuando hay uno enfermo, darse el boche o el jalon de orejas diario de la jefa, discutir hasta decir no te soporto por barriga verde, killarme y decir cojoyo cuando me mueven algo de lugar- y otras cosas que con ustedes no compartire!- o el reconciliarnos antes de ir a dormir no importa lo que paso porque asi aprendimos, pero nada como la familia. 

Recuerdo que por eso sufrimos tanto la temporada menopausica de mami porque no se podia estar en casa a la hora de "los calores" o cuando uno de los miembros ya no esta.

Me quieren y me aman como soy, y las cosas que no aprueban se corrigen en amor, otras no con tanto amor hasta hacerse entender, y siempre esta ahi.. lloran y se preocupan en mis lagrimas , celebran conmigo mis exitos, me exigen no darme por vencida, y me recuerdan que Dios esta en control de todo si en algun momento tiendo a olvidarlo. Dios gracias a Dios por mi familia porque estamos en las buenas pero incondicionales en las malas.

No es que no ame y disfrute estar con amados amigos y personas importantes en mi vida, pero es cool cuando se acerca la hora de volver a mi hogar. Dar el valor que tiene a la familia y al hogar debe ser algo por el que luchemos los hijos de Dios.

En fin, mi familia es una de mis mayores bendiciones en la vida, y es a traves de ellos y de unos cuantos mas que Dios me recuerda que tengo razones pa' vivir, son una de esas cosas que como dice MASTERCARD, definitivamente NO TIENEN PRECIO!