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Una de las series tratadas últimamente en el círculo, la iglesia a la que pertenezco, trato acerca de las confesiones. Una de las cosas que más me toco durante esas semanas, fue el darme cuenta que aunque el papel de la iglesia es el de mostrar el amor de Dios que es full en misericordia, y cuyo ambiente debe ser aquel en donde no importa cuánto he fallado, ni lo que haya hecho aun en medio de mi error, pueda sentirme amada. De eso se trata el cuerpo de Cristo, de poder contar con el amor de otros que me corrijan pero que nunca me dejan de amar, pero cuanto me impresiona que hoy la iglesia de Cristo se trata de todo, menos eso. Escucho constantemente “Dios aborrece el pecado, pero ama al pecador”, pero el Dios que me muestran mis hermanos cuando fallo, es el mismo que proclamamos? Es el que yo muestro? Que ironía! Si estoy mal, o si me siento caer, o peor aun si caí y falle, la iglesia y mis hermanos son el último lugar en el que buscaría refugio o ayuda o sería capaz de abrirme y hablar sobre lo que me sucede. Lo peor es que todos sabemos porque es así, sabemos que está mal, pero lo aceptamos porque somos parte del problema! Such pathetic!
En medio de todo esto me di cuenta que estamos tan lejos de ser lo que Dios quiso. Por mucho tiempo este pensamiento estuvo latente en mi mente y en mi corazón, así que un día pensando en voz alta creyendo que si estaba en un ambiente seguro, decidí hablar sobre lo que pasaba por mi mente acerca de esto y mientras hablaba, confesé mi lucha con las mentiras. Por más de año luche increíblemente con esto. No fue hasta que gracias a Dios encontré a un buen amigo, (quien hoy es mi pastor, wow) a quien le hable de mi problema, que me ayudo y me acompaño y me soporto, me vio caer, pero me levanto jalándome las orejas pero en amor, y lo mas apero fue que cuando vio que realmente yo había rendido mi debilidad a Dios en arrepentimiento y dispuesta a cambiar, me dio su confianza y creyó en la nueva yo que Dios hizo al arrepentirme. Contando mi experiencia y poniendo a la luz mis debilidades, en lo que se volvió un silencio ensordecedor aquella noche, me encontré con que todo lo que dije en aquel momento mas adelante no se ha vuelto mas que armas que muchas veces mis hermanos usaron contra mí para ponerme en evidencia, avergonzarme, para acusarme de la mas jabladora y hasta para de una forma u otra beneficiarse y regodearse en mi error.
Me di cuenta que muy pocos, (solo dos para ser exactos) son quienes dejándose usar por Dios han restaurado mi confianza, apostando a que si he cambiado y depositando su confianza no en mi, sino en que Dios si me ha transformado y en un proceso en el que cuando algo se ve gris, ellos en vez de acusarme, me confrontan en amor y me llaman a rendir cuentas ayudándome a no volver atrás, mientras otros, hacen lo contrario, y hasta apuestan a mis fallos. Esos mismos son también “mis amigos y hermanos”
No soy perfecta, lo sé, aun batallo dia a dia con esto y probablemente lo hare toda mi vida.
Diariamente y no exagero al decir diariamente, rindo esa debilidad a Dios, es mi oración constante que su angel guarde mi boca, mis labios, de no fallar. No a los hombres sino a Dios.
Sumergida en una depresión un dia le dije “Señor porque?” porque siempre me acusan sin parar aun cuando no lo he hecho más? Y en un momento en donde solo ves oprobio en la mirada de la gente, el primer pensamiento que viene a la mente, pero también el más fácil, es salir de en medio de todos, y eso incluye no volver por tu iglesia. Punto. En medio del tranquilo volcán de mi corazón, Dios me hablo. Y me respondió. Aun cuando todos me juzgan me recordó que quien todo lo ve y lo sabe es EL, que no es necesario luchar para que me crean. El Si sabe cuando meto la pata, y cuando no, y siempre aunque tarde a mis ojos, el se encarga de todo.
Aun estoy aprendiendo, y No ha sido fácil sobrevivir al dedo acusador de la gente de Dios que hace cosas que no son de Dios, y que cuando estoy luchando por salir del hoyo me empujan al fondo otra vez, o que una vez afuera de el, ya limpia y blanca como El me ha vestido, me hacen ver sucia otra vez como si el quitamanchas que canto y brinco no pasara de ser mas que una nota y no algo real y efectivo que todos necesitamos. En fin, pareciera que se nos olvido o que pecamos de ignorantes por no entender que en El si podemos cambiar y ser transformados; Sino qué sentido tiene la cruz?
Decidi escribir acerca de esto porque aunque hubiese sido mas fácil y menos doloroso no seguir exponiéndome, otra cosa que he aprendido es que como David experimento una vez, prefiero exponer el arrepentimiento de mi iniquidad y pecado trayéndolos a la luz y refugiarme en la misericordia eterna de Dios que seguir callada y en bajo perfil viviendo en vergüenza, y sin disfrutar del perdón por aquellos que no entienden su gracia. No hablo de vivir fallando a expensas del pedir perdón, eso es falso arrepentimiento, y por algo Dios siempre ve primero las intenciones del corazón, sino de que aun nadie crea que soy una nueva persona gracias a tu perdón y me nieguen un poquito de credibilidad y confianza de que Dios lo ha hecho en mi, prefiero vivir menospreciando el oprobio, antes que dejar de disfrutar el regalo que me ha sido dado ya. Su perdón.
A eso me aferro Jesus.
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